Me tomé algunos días de descanso. El cambio de aire siempre hace bien. Y el hacer cosas distintas también.
La playa es de aquellos lugares en los que puedes distinguir lo diferentes que somos unos de otros.
Porque está quien llega totalmente equipado con uno o más quitasoles, con sillas de playa, bolso playero atestado de productos como la muda de la guagua, el set de bronceadores y/o bloqueadores, revista (que aborde temas light de preferencia) ó el libro de moda (que si es de autoayuda ó corresponde a la novela top del momento, mejor), juego de baldes y palas para el niño, paletas y pelota, dinero para helados, galletas, bebidas, merengue, pan de huevo, etc, etc.
Imagino la preparación antes de salir para preparar todo eso sin olvidar nada. Sumándole al espectáculo la familia extendida -además de la propia-, el ponerse de acuerdo a cuándo, cómo y dónde se hacen las cosas evitando a toda costa una discusión de proporciones que eche a perder el «ambiente de descanso» propio de la época de vacaciones. Un lío.
Pero está el otro tipo de personaje. Aquel que llega a la playa no transportando más que una toalla y a su propia humanidad. Lo más seguro es que termine algo deshidratado y enfrentando los estragos del ponerse al sol sin ningún tipo de protección. De seguro que tiene más arena que el otro. Y más hambre y sed también.
Pero el relajo no se lo quita nadie. Eso es seguro.
La playa es de aquellos lugares en los que puedes distinguir lo diferentes que somos unos de otros.
Porque está quien llega totalmente equipado con uno o más quitasoles, con sillas de playa, bolso playero atestado de productos como la muda de la guagua, el set de bronceadores y/o bloqueadores, revista (que aborde temas light de preferencia) ó el libro de moda (que si es de autoayuda ó corresponde a la novela top del momento, mejor), juego de baldes y palas para el niño, paletas y pelota, dinero para helados, galletas, bebidas, merengue, pan de huevo, etc, etc.
Imagino la preparación antes de salir para preparar todo eso sin olvidar nada. Sumándole al espectáculo la familia extendida -además de la propia-, el ponerse de acuerdo a cuándo, cómo y dónde se hacen las cosas evitando a toda costa una discusión de proporciones que eche a perder el «ambiente de descanso» propio de la época de vacaciones. Un lío.
Pero está el otro tipo de personaje. Aquel que llega a la playa no transportando más que una toalla y a su propia humanidad. Lo más seguro es que termine algo deshidratado y enfrentando los estragos del ponerse al sol sin ningún tipo de protección. De seguro que tiene más arena que el otro. Y más hambre y sed también.
Pero el relajo no se lo quita nadie. Eso es seguro.
Esto es un regalito: Zero 7.
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enero 31, 2006 at 12:03 pm
jajaja me senti identificado con el segundo tipo…
eso, me encanta zero 7
cariños mil, nos leemos
enero 31, 2006 at 12:48 pm
Pensar que no voy nunca a la playa, que loco no, estar tan cerca y a la vez tan lejos.
Saludos veraniegos Pau
Pd: Estoy trabajando en lo suyo Madame.
enero 31, 2006 at 1:45 pm
Ya, moví mis contactos y logré dar con tu temita, es un tango valseado, por la letra no lo ubicaba mucho, pero consulté a un amigo tanguero de esos de la vieja guardia y me refrescó la memoria, la melodía es super famosa.
Aquí va un pasaje de tu vida:
Desde el alma
Música: Rosita Melo
Letra: Homero Manzi / Víctor Piuma Vélez
Alma, si tanto te han herido,
¿por qué te niegas al olvido?
¿Por qué prefieres
llorar lo que has perdido,
buscar lo que has querido,
llamar lo que murió?
Vives inútilmente triste
y sé que nunca mereciste
pagar con penas
la culpa de ser buena,
tan buena como fuiste
por amor.
Fue lo que empezó una vez,
lo que después dejó de ser.
Lo que al final
por culpa de un error
fue noche amarga del corazón.
¡Deja esas cartas!
¡Vuelve a tu antigua ilusión!
Junto al dolor
que abre una herida
llega la vida
trayendo otro amor.
Alma, no entornes tu ventana
al sol feliz de la mañana.
No desesperes,
que el sueño más querido
es el que más nos hiere,
es el que duele más.
Vives inútilmente triste
y sé que nunca mereciste
pagar con penas
la culpa de ser buena,
tan buena como fuiste
por amor.
Saludos y sin emocionarse ya, tan tan…jejeje
enero 31, 2006 at 4:42 pm
Por fin mañana empiezo mis segundas vacaciones…
Pero preferiría volver a las primeras…
Quien no?
SalU2
T.
enero 31, 2006 at 5:46 pm
En cual de las dos categorias te encontrarias tu?
Que rico unas vacaciones, a mi aun me quedan dos semanas pa salir! arggh…
no queda otra.(aunque no soy muy asiduo a la playa)
Besoss
febrero 1, 2006 at 8:57 am
Mis vacaciones por lo general lejos de todo stress, me iba para el sur, siempre fue un destino muy cotizado para mi. Prefiero algo más relajado y donde de verdad pueda descansar y olvidarme por un momento de todo lo que rodea. Pero siempre están las personas que se estresan más con la sola idea de que tienen que llevar y se cambian de casa por un par de días. Pero asi somos. Saludos…gracias por visitarme.