Tuve que ir a la U.
Increíble como un lugar que me llegó a ser tan cotidiano en su momento… ya no lo es tanto.
Primero que todo, ya no conocía a nadie, hay puras caras nuevas, de hecho, con suerte saludé a uno de los guardias.
Como para refrescarme en la cara los años que han pasado, me encontré con tres profesores… pero de 1º año!!!
Y, para rematarla, es muy probable que la plata que pagué durante 6 años se fue a la sala de computación que hoy presenta el triple de computadores que había antes y que hoy estaba completamente VACÍA, esperándome con 4 impresoras todas desocupadas… injusto señores!!! Tenía que irme para que arreglaran esa porquería!!!
Sí… ya me descargué.